Era el 2021, aún en plena pandemia, reanudando mi vida laboral en el gremio gastronómico luego de la maternidad, cuando comenzó a nacer dentro de mí la idea de un nuevo negocio: galletas para acompañar el café. Después de muchas pruebas y tocar varias puertas, llegó el momento de decidir si me subía a aquel barco que me llevaría a vivir esta gran aventura.

Con lo que tenía, puse manos a la obra y comencé a desarrollar un talento que desconocía. Así nacieron los primeros roscones y pasteles, que, aunque con algunas imperfecciones, estaban llenos de amor y sabor. Muchos han sido los retos y desafíos en el camino, pero sin duda han sido necesarios para la existencia de Liliña.

Liliña Sabor Artesanal es un emprendimiento que, más allá de elaborar postres, busca conectar con las emociones de nuestros clientes a través de un universo de sabores. Con pasos pequeños pero firmes, vamos creciendo, perfeccionando y creando ese lugarcito seguro en el que puedas encontrar el complemento ideal para tus días especiales.

Detrás de Liliña no solo está ella; detrás hay una gran familia, amigos y clientes que han apostado por su crecimiento y existencia desde los inicios. ¡Gracias infinitas!